De la rotonda sur de Fátima sale un caminito que lleva a Aljustrel y Valinhos, las aldeas de los pastores. A lo largo del camino hay un Vía Crucis sobrio, piadoso y húngaro. Se pasa cerca del lugar en que se les apareció el ángel y justo por el sitio en que se les apareció la Virgen el mes en que no pudieron acudir el día trece a la Cova de Iría porque los retuvieron las autoridades.
En fin, he hecho hoy mi Vía Crucis en tan privilegiado lugar, cerca en el tiempo del 90 aniversario de las apariciones. Impresiona Fátima, y mucho.
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