martes, 18 de septiembre de 2007

Capicúa


Esta mañana, he hecho esta foto al cuentakilómetros de mi moto, justo cuando he alcanzado los 2002 kilómetros. Me preguntan en un comentario que no sé si he borrado que en qué trabajo. He dicho alguna vez que me dedico a leer y a escribir (tal vez lo que haya dicho es más bien que es lo único que sé hacer) en una oficina. Como ni mi empresa ni mis compañeros forman parte del blog nunca he dicho exactamente a qué me dedico, aunque sí estoy en condiciones de desvelar que también hablo por teléfono.
No todos mis viajes son de trabajo, ni voy a desvelar cuántas vacaciones tomo ni en qué las empleo. En el blog hablo de lo que hago, pero no siempre doy todos los detalles, aunque no sea sólo por temor a los inspectores de Hacienda. Es variable, y tengo una cierta autonomía en el horario y en hacer cosas en casa; pero sustancialmente puede verse que empleo más o menos un mes de vacaciones en ir a un curso anual de 21 días, hacer un curso de retiro de cinco y atender una convivencia de supernumerarios de siete. No salen exactas las cuentas; pero es que también empleo fines de semana o puentes.
Hay otra cosa que está entre líneas en algunas preguntas y que sale a veces en mis respuestas: se supone que alguien que tiene un blog es un tipo que pierde el tiempo, que no sabe qué hacer en sus ratos libres y que tiene que tener alguna intención oculta que nunca termina de quedar clara (forrarse con la publicidad, utilizar el espacio que tiene en Internet para algún propósito inconfesable, obedecer al psicólogo...). En mi caso esto no es cierto: no tengo tiempo, pero soy capaz de sacar un rato de aquí o de allá para escribir y me sienta muy bien como ejercicio y como forma de mantener el contacto con algunos extraños amigos que entran a Internet para algo más que leer el periódico y ver su correo electrónico. Pero no tengo pruebas, así que considero legítimo que alguien me considere un gandul redomado que pierde miserablememnte el tiempo y encima se engaña al respecto.

Me voy a un funeral por Pedro, un tipo realmente estupendo de sólo 74 años al que se le paró el corazón hace unos quince días: era supernumerario del Opus Dei.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo, me has dejado igual!

Marta Salazar dijo...

muy bien!

te dedicas a leer y escribir... es muy sueno poder dedicarme a ello y vivir de ello...

Antes de ayer, en mi blog aesd, escribí un post porque me dieron el premio como blog solidario,

y cité a Nicholas, que es un bloguer ucraniano y dice que escribir un blog es un servicio público,

me gusta mucho la idea de Nicholas.

Al anónimo... lo invito a ver el artículo que escribí, en que me refiero a la idea de Nicholas!