El otro día se me encendió el marcador del aceite de la moto (que no es la de la foto, por cierto: ya me gustaría) y la llevé al taller. Falsa alarma. Se trata de un dispositivo que salta de vez en cuando para que revises cómo vas de aceite; pero iba estupendamente, me enseñaron a desactivarlo y todo sigue afortunadamente igual.
A lo que iba: al contarle a un amigo dónde está mi taller me hizo ver que estaba muy cercano a la marisquería LUIS. Se sorprendió de que no conociese yo esa marisquería, y que no hubiera nunca degustado sus famosas "roscas de gambas plancha"; pero no se quedó ahí sino que dijo "pero cómo es posible que no la conozcas, si es una marisquería de culto". Llevo todo el día dándole vueltas a la expresión "marisquería de culto". El idioma es muy suyo, pero me resulta un poco demasiado exagerado lo del culto a una marisquería.
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