Con las lluvias se me despierta el instinto de setero; pero tranquilidad: esta foto es del año pasado. O sea: aún no he iniciado la temporada.
He hablado hoy con un sobrino. Entre otras cosas, me ha puesto al día de las andanzas de su hermana. "Tiene el móvil estropeado -me ha dicho-; pero funciona perfectamente. Lo único que pasa es que no puede hacer ni recibir llamadas". Llevo todo el día dando vueltas a todo lo que podrá hacer con ese móvil, que funciona perfectamente, salvo el pequeño detalle de que no sirve para hablar por teléfono.
1 comentario:
Alguien (creo que Zygmunt Bauman) los llamó confesionarios digitales portátiles, asi que aunque estén estropeados quizás cumplan su función ;)
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