Por primera vez en mi ya dilatada carrera de profesional de la paella, me han ofrecido trabajar en la celebración de una boda.
Al acabar la charla que tenemos algunos jueves -la de hoy se titulaba "deber de defender a la Iglesia"-, Jacobo nos ha contado cómo van los preparativos de su enlace. Ha visto varios locales, algunos muy de su gusto y del de su novia, pero todos muy por encima de su presupuesto, casi inexistente; y está barajando ya cosas tan peregrinas como llevarme de cocinero. Si la idea prospera, prometo vídeo; pero confío en que le toque la Lotería.
Las fotos que no suben, oiga.
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