Leí hace tiempo algo acerca de la gran humildad que es necesaria para actualizar un blog a diario. Creo que es más cuestión de cabezonería que de ninguna otra cosa; pero el caso es que ésta es la entrada 1750 de este blog, algo que me parece tremendo y redondo a partes iguales.
Hoy es el día de los difuntos. Otros días como éste he hablado de la fecha y del cementerio y de las flores. Hoy no. Hoy pongo foto de mi amigo Pablo y su niña en su primer día de columpio.
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