Hay palabras que utilizas un par de veces en toda la existencia; o que están muy ligadas a un momento de tu vida, pero luego se esfuman; hay palabras Guadiana que van y vienen.
A mí me persigue ahora la palabra rescate. No la usaba desde los tiempos en que jugábamos al rescate en el parque -el juego también se llamaba "polis y cacos" y además todos querían ser cacos-. Últimamente, sin embargo, la escucho para pedir un calmante extra cuando las dosis habituales se hacen insuficientes; y para hablar de soluciones a graves problemas económicos: el rescate de Grecia e Irlanda, etc. Espero que se detenga esta espiral, y como prueba de buen rollo pongo foto marinera retocada por mí.
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