Me irritan las máquinas que te dan órdenes, casi tanto como las que te piden amablemente que respondas encuestas.
Mis seguidores saben que hace poco más de un año me pusieron una plaquita de metal en el húmero izquierdo. Ahí está. Tengo cita para desatornillarla el miércoles que viene; pero esta mañana en un banco me ha impedido la entrada. Un año calladita, y de repente la detectan.
Otra window de Galicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario