jueves, 20 de abril de 2006

Lo prometido es deuda


Voy saliendo del catarro, pero no estoy aún para muchas profundidades (y eso que la web del Opus Dei viene repleta de asuntos comentables). Por todo ello, me limito a publicar en rigurosa exclusiva la foto del bocadillo de berberechos que me pimplé en la puerta de Talleres Honorio, concesionario oficial de la Seat de Cáceres emplazado en el polígono industrial de Capellanías, un lugar de nombre sugerente y aspecto de polígono industrial, es decir: feo tirando a muy feo.
Los berberechos estaban en su punto, con ese toque de arenilla que sólo proporcionan las conservas de marca blanca de las grandes superficies.
Por cierto, el bocata reposa sobre el capó de un Seat Ibiza averiado que tampoco me arregló Honorio. Menudo viaje. Menos mal que por lo menos escogí los menús (por cierto, se ha insinuado en un comentario que utilizo ketchup en mis bocadillos. Ni hablar. Más; considero que el ketchup es uno de los más serios enemigos de nuestra civilización; pero la opinión es mía y la emito a título estrictamente personal).

4 comentarios:

Igone dijo...

que cosas comeis en los madriles...

aqui le das a alguien un bokata de berberechos...y alucina en colores...

Los bocatas de jamón, de queso, de chorizo, pero ¿berberechos? ¿rabas (calamares)?

ene!!!

Anónimo dijo...

Enrique,
Que bien te define ese bocata ;-).
Por cierto, estamos en epoca de setas primaverales, lluvia suficiente en el campo y .... todavia no has puesto ninguna foto de una buena cesta de setas de primavera.
Un amigo.

Anónimo dijo...

En Chile, tu bocata sería un riquísimo "Sambolo". Comparto tus gustos amigo.

Anónimo dijo...

es el ibiza!!! Por fin lo veo....