Los chicos de La Celeste acaban de obtener el pase a cuartos en un campo de hierba artificial de chuparse los dedos; pero no de van al autocar a toda mecha, no: hacen sus estiramientos finales con gran profesionalidad. Al entrenador le gusta decir que puestos a hacer algo, se hace bien.
Por cierto, que un día dije algo ya de La Celeste -el color que da nombre a los equipos del Club Altamira-: están ahora jugando un torneo en Fátima.
Fuimos a los Oficios del Jueves Santo; pero no hice fotos.
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