No sé si las palomas son una plaga urbana; pero si lo son, afecta por igual a Madrid y a Roma. En la foto puede verse a un grupo de palomas campando a sus anchas con la romana Fontana di Trevi al fondo.
El calendario-taco del Sagrado Corazón hoy me ha dado de pleno: "El primer paso para no hacer el ridículo es hablar poco o nada de uno mismo". Menos mal que hacer el ridículo no es algo que me preocupe muchísimo, porque si no lo llevaba claro.
No conté de Barcelona, que este numerario del Opus Dei tuvo ocasión de descubrir que hay patatas bravas pero que muy notables fuera de Madrid: es justo reconocer que tanto las del bar Mandri (donde miman lo que es la patata) como las del bar Tomás (donde la salsa es única) son de las mejores que han pasado por este paladar.
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