La foto es de una pulpería de las fiestas de Santiago, con sus pucheros de cobre y su receta tan sencilla como eficaz: sal, pimentón (dulce y picante a partes iguales), buen aceite de oliva... y por su puesto pulpo cocido durante 20 minutos. La ración, a ocho euros; pero a lo que iba: he echado un buen rato a leer el último número de Romana, que viene interesante y sugerente a partes iguales.
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