lunes, 30 de julio de 2018

De vuelta

Cuando voy en avión y puedo elegir, elijo ventanilla.
Me gusta lo que se ve, y me hago la ilusión de que reconozco los sitios por donde paso. Siempre he pensado que esos reconocimientos eran siempre inexactos, que calculaba yo que tal ciudad era Guadalajara, pero que luego no aparecía el corredor del Henares... Total, que me equivocaba.

Hoy estábamos ya cerca de Madrid, con los cinturones abrochados, el asiento derecho, etc. cuando miro y veo una pequeña presa escalonada, como la del Pontón de la Oliva. "No, no puede ser que haya reconocido desde el avión algo tan chiquitajo... Pero el caso es que detrás había una presa. ¿La del Atazar? ¿Y eso será Patones? ¿O más bien Torrelaguna? ¿Y eso será el Vellón? ¿Cotos de Monterrey? ¿El Molar?  Imposible. Espera, espera: hay una carretera con los carriles de la A 1, y esos chalets con sus piscinitas podrían ser Santo Domingo. Pero entonces, ahora debería aparecer el circuito del Jarama.

Y zas: ahí estaba. Y por poco no llego a tiempo de que salga en la foto.

¿Y si siempre he acertado lo que veía?

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