El buen tiempo llena las calles de motos: las de la foto estaban aparcadas el otro día en Ventas junto a revendedores, puestos de pipas y puros, polis a caballo, tenderetes de capotes y bebidas fresquitas. Pasé una vez hace tiempo por delante de la plaza junto a unos amigos italianos: preguntaron por el llamativo edificio y cuando les dije que era la Plaza de Toros de las Ventas, callaron y se miraron unos a otros como si les hubiera reconocido que se trataba de un recinto dedicado al canibalismo o a los malos tratos a inmigrantes.
Personalmente ni me van ni me vienen los toros, pero observo una curiosa leyenda negra en torno a los españoles por esta fiesta.
Tengo que poner orden en este blog, una cosa es que cuente cosas de mi vida y otra que me vaya por las ramas tan descaradamente.
Hoy he hecho un retiro mensual.
2 comentarios:
Yo tengo moto y lógicamente me he sentido atraido por este comentario que ha acabado en los toros. Tengo moto –decía– y soy del Opus Dei. Quizá ayude este dato a completar las lagunas de tantos y tantas que se comen el coco sobre el perfil del típico miembro del Opus Dei. Pues eso, los hay con moto y sin moto. Y lo que queda por ver.
tambien los hay que somos del od, y vamos a patita porque pencamos los examenes del teorico.... argfff
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