Hay pocas cosas más asquerosas que las colillas. El cenicero de la foto está en una de las puertas del aeropuerto de Barcelona. No sé por qué le hice una foto, pero me pareció enormemente asqueroso. Y gracias al letrero sé que "apague" en catalán se dice "apagui" y en inglés "extinguish" (suena a broma, pero debe ser cierto).
En fin, que el otro día le di las señas del blog a un amigo y después de verlo me dijo que le daba la impresión de que yo quería demostrar que la vida es de color de rosa, que le parecía que los textos son muestras de mi existencia corriente y moliente de tipo del Opus Dei (la verdad, él dijo "del Opus"; pero es que yo sé que el nombre completo es Opus Dei y por eso pongo Opus Dei y no sólo Opus), pero que mostraba una tendencia marcada a poner fotos bonitas. Y para hacer honor a una crítica tan ecuánime, he buscado entre mis fotos más repugnantes hasta seleccionar la que pongo hoy.
1 comentario:
Hombre, no hacía falta buscar mucho. Un autorretrato hubiera bastado, creo yo.
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