No me digan que no es curioso el uniforme que han puesto a los conductores de ambulancias en Madrid: parecen empleados de una base lunar.
Sigue el torrente de frases memorables de mi calendario-taco del Sagrado Corazón: "La mayor parte del tiempo perdido se pierde por querer ganar tiempo" -que es de anónimo- y "Cometer un error y no corregirlo es otro error" -que es de Confucio-. He leído hace poco en algún sitio que una notable diferencia entre las religiones orientales y las judeo-cristianas es que en las primeras los profetas son santos insuperables -como Confucio o Buda- mientras que en las segundas los profetas hacen lo que pueden: el que es Santo es Dios. (¿He contado alguna vez que los del Opus Dei tenemos en nuestro plan de vida dedicar todos los días un ratito a la lectura? Pues lo tenemos. Plan de vida aparte, me estoy leyendo una novela negra bastante rara de un tipo que ajusta cuentas a los que matan a agentes supersecretos).
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