Si no me fallan los cálculos visuales (no lo he certificado ni en un mapa oficial ni en alguno de esos procedimiento gepeésicos a los que se accede por Internet para ver tu propia casa desde un satélite), el espacio madrileño que limita al Norte con la Avenida de América, al Sur con la Avenida Donostiarra, al Oeste con la Avenida de Brasilia y al Este con la M-30 se llama Parque de Breogán, y como su propio nombre indica, contiene un parque, con sus columpios, sus canchas deportivas (cuatro pistas de pádel y cancha de fútbol-7 de césped artificial incluidas), sus arbolitos, sus personas humanas haciendo footing, sus perros llenando las bolsitas negras que llevan sus amos, sus funcionarios de parques y jardines... y su cruceiro con imagen de la Virgen (en la foto).Como yo soy bastante vago, casi todas las romerías que hago con amigos durante el mes de mayo (también hago romerías en otros lugares y también fuera del mes de mayo) las hago junto a este cruceiro, que está a veinte minutillos de mi centro del Opus Dei. Rezamos una parte del Rosario al ir, rezamos luego la parte del día allí -aunque el día esté caluroso, los frondosos tilos refrescan un montón- con letanías y todo, y de regreso rezamos otra. Más o menos una horita.
Este es un detalle de mi Virgen de Breogan.
Esto es lo que ha hecho el ordenador al dar a la tecla "efecto tiza y carbón" sobre la foto anterior.
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