viernes, 23 de diciembre de 2005

Ojito con el turrón duro


Bonn, a orillas de río Rhin. Cualquier sitio es bueno para compartir comida con un lituano que no tiene ni idea de castellano. Estas cosas ocurren en las Jornadas Mundiales de la Juventud.
Hoy he realizado una actividad enorme gracias a mi moto y al descontrol propio de un día de pre-vacaciones; pero no sé dónde he metido el cable con el que descargar las fotos, por lo que cumplo con la costumbre de dedicar los viernes a hablar de mis numerosos viajes por el mundo (casualidad que sólo hable del que hice este verano a Colonia; pura casualidad) y dejo para el corto fin de semana navideño las pinceladas de la vida ordinaria.
A los que no vengan hasta el lunes: Felices Pascuas, y ojito con el turrón duro, que luego vienen las lamentaciones.

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