Las chicharras de Nagasaki son aproximadamente como las abutardas de nuestra peninsula iberica, enormes, Y hacen un ruido equivalente a los de nuestros coches de bomberos en mision especial. El inconfundible ruido de fondo de esta ciudad es el de sus cantos.
Otra cosa notable tuve ocasion de verla ayer en la comida. O por la fiesta o por la presencia de occidentales, en la comida hubo vino. Destacable presencia de un vino australiano de paladar aspero y efecto bastante cabezon, pero lo mejor era la etiqueta. Se trataba de un caldo optimo para combinar con carnes rojas (red meat), cerdo (pork) y pollo (chicken). Suegno con embotellar algun dia un vino que combine bien con los garbanzos y ajetes tiernos.
Sigo sin aclararme con los videos. Una pena, porque ayer grabe unos cuantos durante la celebracion de una fiesta bastante sorprendente de barcas, lamparas y petardos, y cantidades ingentes de ensordecedores petardos.
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