La cuarta foto la pongo para demostrar que no soy un asno absoluto: la hice ayer en la puerta de entrada del Castillo de KUMAMOTO.
Un dato: 180 kilómetros de autopista de peaje cuestan 4.350 yenes (debo decir que un yen es más o menos como una peseta de las que hubo en España). A este respecto, decir que es un curioso ejercicio mental el de traducir a euros los yenes: la mente lo hace rápido gracias a la coincidencia de valores, pero te quedas como con la sensación de que hay alguien por ahí riéndose de ti.
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