Bueno, ya estoy en Japon. El teclado no tiene acentos, pero me conformo con que se me entienda, porque lo que tiene son unos caracteres japoneses preciosos y muy variados, que a veces se activan, en detrimento de la legibilidad.
El viaje bastante bien en cuanto a horarios y a casi todo. El Aeropuerto de Amsterdam es inmenso, las medidas de seguridad muchas y las maletas llegaron a Osaka. Milagro. Tuve un percance con la cena del avion, porque me ofrecieron varias cosas, de las que yo solo comprendi “indian” y me meti entre pecho y espalda un menu indian completamente picante que me ha dado el viaje. El menu de pelis del avion es bien variado, pero el horario o el hecho de que la retransmision tenga lugar por una pantalla mas o menos como la del movil, hace que tu organismo reaccione para proteger tu vista y te duermes a los diez minutos de la peli: me dormi Kungfu Panda y la ultima de los hermanos Coen. Por lo demas, ferpecto: incluida la toma de foto y huellas dactilares en el control de entrada al pais, despierta un cierto complejo de Luis Candelas, pero no deja de ser oportuno sentimiento para el momento de llegar a estas tierras.
Estoy ahora en Ashiya, ciudad pequegna, de unos 70000 habitantes (Osaka tiene como 8 millones y Tokio 12). Magnana ya voy para Nagasaki, pasando por Fukuoka. Desde el aeropuerto Kansai hasta aqui hay un viajecito de una hora y pico en autopista -repleta de puentes chulos y de peajes en los que pone ETC, pero no significa etcetera- en la que no dejas de ver fabricas, astilleros, fabricas, muelles, fabricas, puertos, fabricas, etc.
En fin, estoy de jet-lag. He charlado con un chico que investiga el contenido de los estomagos de las cucarachas, gracias a que sabe espagnol porque estuvo un agno en Espagna para investigar el contenido del estomago de los saltamontes-. No se ha interesado por mi estomago y yo he preferido no decirle nada del menu indio. Tambien he sabido que por aqui solo hay 10000 terremotos al agno, algo que condiciona bastante la arquitectura. He dado una vueltecilla por la ciudad, he fracasado en el intento de comprar ya unas postales (tienen de felicitar muchas cosas, pero no las tipicas con fotos del sitio, combates de sumo, sushi, etc), he visto como se abren automaticamente las puertas de los taxis, he fotografiado excelentes tapas de alcantarillas y muuuuchos letreros, incluidos los que indican que no se puede fumar por las calles comerciales del centro de la ciudad.
Hay tambien muchos letreros que prohiben y autorizan cosas bastante curiosas, ya pondre fotos. Hoy pongo esta de bicicletas aparcadas sobre letrero de prohibicion de aparcar biocicletas y motos. Imagen altamente reconfortante.
Esta gente es extraordinaria.
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