lunes, 10 de octubre de 2005

La mortificación


Por fin ha llovido en Madrid. No ha sido más que un chaparrón a última hora de la tarde, pero algo es algo, y las nubes siguen ahí, aver si se animan también por la noche.
Es curioso lo de la lluvia: de partida no hace gracia que llueva, parece que sólo vemos las incomodidades de funcionar por la ciudad con lluvia; pero el hecho es que sin la lluvia la ciudad termina haciéndose algo insoportable, y la vida no digamos.
Algo de esta paradoja ocurre también con la mortificación: si no se supera la incomodidad que hay detrás de las pequeñas negaciones a uno mismo, termina uno comido por uno mismo. Pero no es sólo cuestión de "impacto medioambiental", es sobre todo cuestión de amor. Ya no sé dónde leí que uno puede unir sus pequeños sacrificios a los del Sacrificio de la Cruz, pero no por la dimensión del tiempo ni la del espacio sino por la del amor.
Muy profundo me estoy poniendo. Para compensar adjunto foto de un jarrón con flores frescas. Las flores son de plástico, los tallos son de plástico, el jarrón es de plástico y el agua (que tiene hasta burbujas) es de plástico. No sé a dónde vamos a llegar... ni que tiene que ver la foto con lo que venía diciendo, ni con el Opus Dei.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Korean online newspaper enlists army of 'citizen reporters'
The staff at OhmyNews fills only two floors of a small office building in downtown Seoul, but it edits stories from thousands of "citizen reporters" across South Korea.
Take a look at my 'hiking companion' related site. It can be found here hiking companion.

Wishing you every success with your own site.