viernes, 4 de agosto de 2006

Toro



Como los viernes hablo de viajes pongo hoy esta foto hecha con el móvil (cámara de 1,3 megapínceles de esos, oiga) durante mi última y única estancia en Toro. Creo que el río es el Duero. Sé que la ciudad fue capital, aunque no sé muy bien de qué. Sé que allí murió un poco loco y un poco desterrado el Conde Duque de Olivares, singular personaje histórico que parece un rey en el impresionante retrato ecuestre que le hizo Velázquez. Ahora sé también que está lleno Toro de joyas, de rincones y de vistas.

La vuelta al trabajo (y tal vez el aire acondicionado) le vuelven a uno casi poeta.

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