jueves, 3 de agosto de 2006

Vuelta al curro


Los portugueses, que son muy listos y muy cafeteros, ponen un palito de canela en vez de cucharilla. Supongo que no lo harán en todas partes y que además no sólo lo harán en Portugal; pero yo no tengo muchísimo mundo y sólo lo he visto en Portugal. El caso es que ese café tan bueno, tan denso y tan amargo que sirven en Portugal recibe un toquecito de dulce sabiduría a través de la cucharilla de canela.

La imagen es buena. No sé exactamente para qué, pero es buena. No sé si sirve para explicar que la vuelta al curro tras las vacaciones -grata pero amarga, vamos a no engañarnos- se endulza con el hallazgo de correos electrónicos de amigos, mensajes en el buzón de voz, abrazos de "bienvenido a la normalidad", y eso. En fin, café con un golpecito de canela, como la del recuerdo de esta taza a la orilla de allá del Miño.

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