La foto que puse ayer es prima hermana de esta que pongo hoy (y está igual de desenfocada). Una corresponde al exterior del Museo del Prado y la otra al interior.
El tipo de la visera está copiando un cuadro. Es frecuente toparse en las salas del Prado a pintores. Nunca me he atrevido a preguntarles si son estudiantes (algunos peinan ya canas), pintores consagrados (no parece), profesores que pulen la técnica "in situ", millonarios excéntricos o falsificadores sin escrúpulos. Pienso que hay que ser muy humilde para echar horas copiando en público.
Conozco a algún numerario pintor; pero no voy por ahí. Ni siquiera tengo hoy pensada la moraleja de esta nueva metáfora gráfica. Sólo recuerdo un consejo que recibí una vez para mejorar la oración mental: "a veces, me dijeron, la clave para hacer mejor la oración no se encuentra al utilizar la imaginación, sino la memoria". Me gustaría tener una imaginación siempre fresca e ingeniosa; pero a veces todo lo que tengo es memoria de momentos más brillantes. Pues eso.
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