martes, 7 de marzo de 2006

Con Enrique Urbina en Zaragoza

Hoy he pasado el día en Zaragoza. Se tarda realmente poco en llegar a Zaragoza, aunque cuesta mucho más de lo que hubiera podido imaginar.
Después de hacer unas gestiones, he ido al Colegio Mayor Miraflores para hacer un ratillo de oración y allí me he encontrado con Enrique Urbina.
Enrique Urbina es un fenómeno que se corta el pelo una vez al año, sube montañas de más de 3.000 metros como el que se toma un pincho de tortilla y siempre mantiene la boca abierta. Debimos conocernos hace 35 años: él llevaba a las excursiones latas de pimientos de piquillo que enlataban en su propia casa y yo contaba chistes de borrachos. En el campo de fútbol colaborábamos a formar una defensa impenetable (él en banda izquierda y yo en banda derecha), etc.
Hablamos un montón y pasamos un buen rato. Ya contaré un día de estos alguna de sus aventuras alpinísticas si me envía fotos para ilustrarlas. Me acercó a las estación y nos hicimos esta foto.
¿No lo he dicho? Enrique también es del Opus Dei.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Coño, Lubis! ¡No me lo puedo creer! La de vueltas que da la vida. Me paso por este blog un día porque sí y me encuentro al mismísimo Lubis. Yo creía que habría fallecido ya en alguna de esas excursiones extremas en las que tuve ocasión de participar, aunque a otro nivel, claro. Lo conocí hace muchos años en el Club Altamira, fui con él de excursión innumerables veces. Recuerdo perfectamente que una de esas excursiones legendarias consistía en recorrer el desfiladero del Cañón del Río Lobos, de noche. Qué entrañables recuerdos... Luego la vida misma nos fue separando: cambió de país, cambió de ciudad. La última vez que nos vimos fue hace ¡quince años!
Por cierto, ya que los blogs tienen algo de intimista, descubriré que nuestra amistad creció lo suficiente como para que un día me descubriera la vocación a la Obra. Así que rezo por él.