domingo, 18 de septiembre de 2005

Marienfeld


Tranquilos, se me van acabando los textos de las Jornadas de Colonia. El de hoy es un poco largo, pero me parece de los mejores. Es la introducción que ofrecía la guía para la vigilia del sábado: desde la jistoria de un lugar que fue cediendo su uso piadoso por la explotación de una mina de carbón, hasta su conversión en "catedral por un día", pasando por los cantos y bailes hinúes y africanos o el recuerdo de la primera procesión pública del Corpus, que tuvo lugar... en Colonia. Tal cual lo dejo, sin comentar nada acerca de la deficiente traducción al castellano, y con foto de esa tarde en Marienfeld (éramos tantos, que si no fuera por las pantallas gigantes...)
Bienvenidos a este lugar, llamado Marienfeld, Campo Mariano. Aquí, en el año 1150 fue fundado un monasterio, del que más tarde se hicieron cargo los cistercienses. Hace 500 años este monasterio llegó a ser un famoso lugar de peregrinación mariana. La estatua de la Virgen, tallada en piedra, contaba durante muchos siglos como "la Pietá más hermosa de la región del Rin". Los domingos o días de fiesta, hasta 5.000 peregrinos llegaban a este lugar de peregrinaje para presentarle sus penas y sus peticiones a la Pietá, en la cual la Virgen Maná se muestra, portadora Dios, con su hijo bajado de la cruz. Alrededor del año 1950, la iglesia y el convento fueron cediendo a la explotación minera del carbón lignito. Hoy estamos reunidos aquí para construir una "catedral por un sólo día" y hacer de este sitio hoy nuevamente un lugar para la oración. La "catedral por un sólo día" se construyó para la vigésima Jornada mundial de la Juventud. Las 27 columnas luminosas al extremo occidental del campo, representan las 27 diócesis alemanas. Jóvenes de todo el mundo instalaran esta catedral el sábado por la tarde: encenderán más de 12.000 velas que alumbrarán la colina y el camino de la procesión: colocarán el altar sobre la colina y fijarán allí mismo la cruz y el icono de la Jornada Mundial de la Juventud.

En su mensaje con ocasión la XX Jornada Mundial de la Juventud 2005, el Santo Padre Juan Pablo II escribe: "'Y postrados le adoraron.' (Mt. 2,11). Si los tres Reyes Magos reconocen y adoran a ese niño, abrazado por su madre, como el anhelado por los pueblos y el anunciado por los profetas, nosotros hoy lo podemos adorar en la Sagrada Eucaristía, reconociéndolo como nuestro creador, nuestro Señor y redentor único... ¡Sed adoradores del Dios único y verdadero, atribuyéndole el lugar principal en vuestra vida!"

La vigilia se compone ue dos partes: Con la entrada de la cruz en el oficio de vigilia recordamos la vía dolorosa que Jesús anduvo por nosotros, y con la entrada del icono mariano recordarnos el camino de fe de la Madre de Dios. El oficio de adoración eucarística se inaugura con una fiesta de luces, y nuestra peregrinación con el Santísimo Sacramento es una reminiscencia de la primera procesión pública del Corpus en la historia cristiana, que se celebró en la ciudad de Colonia en el año 1246.
En la vigilia Dios nos habla. En la oración de los salmos, personas que en su vida han experimentado la presencia de Dios, tienen la oportunidad de transmitirnos sus experiencias. Junto con ellas alabamos a Dios. Recordamos que la Virgen María dio a luz a Jesús como la luz del mundo. El pan eucarístico lo veremos como una señal luminosa especial que Dios nos depara. En este pan, "Jesús esta presente sacramentalmente con su cuerpo, su alma y su divinidad." (Juan Pablo II)

Dicho sea de paso. Es digno de observar que, fuera de la Pietá del antiguo monasterio de Marienfeld, sólo se ha mantenido intacto un relieve de alabastro (del sigío 14) que muestra la adoración de los Tres Reyes Magos.
El grupo de danzas litúrgicas "Jesupre" ("Amor a Jesús"), con chicos y chicas jóvenes indúes de Colonia, bajo la dirección del Dr. Ronald Sequeira, y el coro de la comunidad de Ghana de la parroquia católica de San Roque en Düsseldorf (Alemania), traducen oraciones en signos y gestos.

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