Uno de los momentos más impresionantes de Marienfeld, fue la Bendición con el Santísimo. Cantamos el Tantum Ergo, rezamos de rodillas ante Jesús Sacramentado junto al Papa (la foto es de un momento de la Misa del día siguiente, porque en directo en Marienfeld no había mucha luz y yo no estaba para fotitos). Se leyeron unos ruegos. La guía los explicaba tal que así:
Ahora, los ruegos que han sido anotados por vosotros en las iglesias del centro espiritual y en el sitio de los "momentos estelares", son llevados delante del altar en rollos transparentes. Estos rollos rodean una bandeja con incienso que nos recuerda las palabras del Apocalipsis de San Juan: "...copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos." (Ap. 5, 8)
Utilizarenios los granos de incienso que habéis traído de vuestras tierras, uniéndonos de esta manera a las preocupaciones y solicitudes de las personas en todos los países del mundo. Acompañamos al que exclama en el Salmo 141: "Suba a ti mi oración como el incienso; mis manos levantadas sean cual sacrificio vespertino"
Utilizarenios los granos de incienso que habéis traído de vuestras tierras, uniéndonos de esta manera a las preocupaciones y solicitudes de las personas en todos los países del mundo. Acompañamos al que exclama en el Salmo 141: "Suba a ti mi oración como el incienso; mis manos levantadas sean cual sacrificio vespertino"
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