A principios de este año se murió uno de los personajes más simpáticos que he conocido. Se llamaba Luis Borobio y era arquitecto, catedrático, músico, poeta, caricaturista... y numerario del Opus Dei, como un servidor. Descanse en paz y que en Gloria esté (en "en Gloria está" como decía mi abuela en casos claros).
Estuve con él en Baeza hace dos veranos. El día de San Enrique hicimos unas tonterías para celebrar mi santo. Úbeda y Baeza acababan de ser declaradas Patrimonio de la Humanidad y él me dedicó la caricatura que ilustra este post y los versos que transcribo a continuación:
Enrique llegó a Baeza
a enriquecer la ciudad,
y así Baeza, en riqueza,
adquiere su autoridad.
La riqueza, dada gratis
gana premios de verdad.
Por eso Baeza es Patri-
monio de la Humanidad.
(ni yo sé por qué escribo hoy esto: tal vez debiera hablar de San Miguel, San Rafael y San Gabriel, felicitar a un montón de amigos y decir que casualmente lo que conté el otro día al hablar de San Juan de la Cruz tuvo lugar en octubre del 32, que lo he leído hoy, pero el caso es que he encontrado la caricatura entre unos papeles y oiga... que es mía de mí)
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