Por encima del mogollón de gente y banderas, se distinguen las escalinatas de la Catedral y el coche blanco del Papa. Es el momento en que Benedicto XVI llegó a la Catedral de Colonia. Ah, si este numerario del Opus Dei tuviera zoom. ¿Seguro que ya he contado que este verano estuve en Colonia?
Aparte de que soy un tipo riguroso y cuadriculado y hoy es viernes y me he propuesto sólo hablar de mis numerosos viajes por el mundo sólo un día por semana -por ahora el viernes-, pensaba al ver la foto cómo ha cambiado el mundo. Cuántos miles de católicos pudieron ver en persona, por ejemplo a Benedicto XV y cuántos millones han visto ya a Benedicto XVI. Y eso por no hablar de la tele, de los medios de comunicación (por ejemplo, hoy han colgado en la web de la Obra unas ideas mencionadas recientemente por el Papa), de la difusión de encíclicas, cartas apostólicas, homilías u otros documentos, también audiovisuales.
Y sin embargo, ahora como a principios del siglo pasado y del otro, y del de más allá, lo importante para seguirle no es verle en persona.
1 comentario:
Adelante, sin complejos. Un abrazo desde Valencia. Te esperamos a ti tambien para ver juntos al Papa.
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