Me escribí el otro día con un viejo amigo cantautor argentino. Gracias a él descubrí, hace tiempo, que no se debe decir que tal o cual persona es del Boca o del River, sino más bien de Boca o de River. Él, por ejemplo, es de River.
Total, que le dije que tenía este blog y le di la dirección. Me ha contestado más o menos lo siguiente: "Me gustó tu blog; quiere ser auténtico y creo que lo consigue bastante. Ahora, llevar una suerte de diario íntimo pero buscando que sea público, me parece muy difícil. De hecho, los relatos parecen escritos para ser leídos por alguien más fuera de uno mismo... No acabo de ver expresadas en plenitud las contradicciones permanentes de uno mismo... Tal vez no sea posible, pero el intento es bueno. Un abrazo gigante."
Algo tienen los argentinos para expresarse y para criticar con elogiosa suavidad. Ya quisiera yo un poquito de ese algo para saber reflejar "las contradicciones permanentes de uno mismo".
Porque en medio de todo esto, qué gran cosa de estos días adorar al Niño Jesús.
2 comentarios:
Algo tiene, pues sí, una mala leche de cojones, ja, ja. En serio, no soporto a los babosos argentinos que se creen que son los dueños del mundo. Es que en ese país todos son como Valdano?
Anónimo de las 19,41:
Es de suponer que a los que no son babosos ni se creen los dueños del mundo, los soportas aunque sean argentinos.
Yo sin embargo no soporto a los que ponen "ja, ja" o "jajaja" para adornar sus propios comentarios, sean del país que sean.
Y me caen muy bien los argentinos.
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