miércoles, 11 de enero de 2006

Nuevas tecnologías



No sé cómo lo he hecho, pero he procedido a la difícil y siempre peligrosa tarea de instalar en el ordenador el software del cable que me han echado los Reyes Magos para conectar el teléfono al ordenador y, tras aceptar todo lo que requería aceptación (y probablemente algo de lo que no la requería), he conseguido dejar el teléfono sin fotos y añadir una buena serie de fotos absurdas a una carpeta extrañísima de mi escritorio (por qué se llama escritorio la pantalla del fondo lo desconozco, pero más difícil es averiguar por qué para apagar hay que empezar pulsar "Inicio"). Total, que ahora el teléfono tiene fondo blanco (no sé cómo recuperar la foto y me importa muy poco cómo hacerlo) y sin embargo tengo entre mis fotos la que pongo en este post, que antes estaba en el teléfono.

En otro orden de cosas, hoy he tomado un cortado y un vaso de agua con Juan Antonio, un amigo periodista de la tele. Hemos charlado del estatut, de documentales (me recomienda "Queridísimos verdugos"), del Atleti, de blogs y hasta del Opus Dei. Gran tipo Juan Antonio.

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