En uno de mis numerosos viajes por todo el mundo hice este verano esta foto en Colonia, Alemania, centrada en una famosa parada de tranvía bajo de uno de las famosos torreones de una de sus famosas fortalezas (si alguien tiene más datos del monumento, agradeceré recibirlos o en forma de comentario o por e-mail: cualquier cosa menos remitirme a una de esas guías ilustradas a las que tengo más alergia que al polen).
Está bien: no viajo apenas; pero me quedan fotos de este verano y me parece que no es plan ponerme a contar una interminable conversación que he tenido hoy con un tapicero sabio que, al estilo de los enterradores de Hamlet, ha intentado llenar mi cabeza con su sabiduría a la vez que me mareaba con doscientros o trescientos muestrarios de telas que me parecían idénticos, recurrentes y en todo caso irrelevantes.
Menos mal que los viernes me tengo impuesto hablar en el blog sólo de mis viajes, que si no...
1 comentario:
eh, qué sorpresa ver esta foto - acabo de caer en tu blog por casualidad, y me encuentro esta foto de Colonia, justo en una parada que utilizaba con frecuencia... por cierto, vaya cafeterías cutres ahí. Conocí gente del Opus Dei ahí muy valiosa, y que desmontarían muchas cosas que se dicen
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