lunes, 20 de febrero de 2006

Un grafito y un párrafo de la última Encíclica

No quise decir anteayer que todos los que hacen grafitos (el Diccionario de la Real Academia no acepta aún grafiti, pero sí grafito: Letrero o dibujo circunstanciales, generalmente agresivos y de protesta, trazados sobre una pared u otra superficie resistente) sean animales, ni mucho menos. Sólo los que pintan árboles. Como muestra de mi admiración a otros grafitos pongo foto de tapia bella y modernamente decorada.
Me afean varios amigos -entre los que hay algunos del Opus Dei y algunos que no son del Opus Dei- que diga que estuvimos el sábado hablando de la Encíclica "Deus Caritas est" y luego no diga nada. Escojo párrafo lleno de enjundia que me tiene reflexivo como hacía tiempo que no estaba:

"El amor —caritas— siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa. No hay orden estatal, por justo que sea, que haga superfluo el servicio del amor. Quien intenta desentenderse del amor se dispone a desentenderse del hombre en cuanto hombre. Siempre habrá sufrimiento que necesite consuelo y ayuda. Siempre habrá soledad. Siempre se darán también situaciones de necesidad material en las que es indispensable una ayuda que muestre un amor concreto al prójimo. El Estado que quiere proveer a todo, que absorbe todo en sí mismo, se convierte en definitiva en una instancia burocrática que no puede asegurar lo más esencial que el hombre afligido —cualquier ser humano— necesita: una entrañable atención personal. Lo que hace falta no es un Estado que regule y domine todo, sino que generosamente reconozca y apoye, de acuerdo con el principio de subsidiaridad, las iniciativas que surgen de las diversas fuerzas sociales y que unen la espontaneidad con la cercanía a los hombres necesitados de auxilio. La Iglesia es una de estas fuerzas vivas: en ella late el dinamismo del amor suscitado por el Espíritu de Cristo. Este amor no brinda a los hombres sólo ayuda material, sino también sosiego y cuidado del alma, un ayuda con frecuencia más necesaria que el sustento material. La afirmación según la cual las estructuras justas harían superfluas las obras de caridad, esconde una concepción materialista del hombre: el prejuicio de que el hombre vive « sólo de pan » (Mt 4, 4; cf. Dt 8, 3), una concepción que humilla al hombre e ignora precisamente lo que es más específicamente humano."

Casi nada.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Muñiz, que sepas que pienso dejarlo todo para dedicarme a hacer grafitos de tu cara de demonio.

Anónimo dijo...

jajajaja es que me parto de la risa jajajajaja

Anónimo dijo...

Supongo que este blog quiere dar a conocer el opus desde dentro, por eso qiuero preguntar:
1. Por qué un numerario no puede tomar una copa con una chica?
2. Por que un numerario no invita a comer a nadie (amigo, compañero, pariente etc) en su centro?

Anónimo dijo...

Ya que se van a dar explicaciones, exijo que se abandonen de una vez las bromitas y se explique detalladamente el horario al que están obligados los numerarios.

Anónimo dijo...

obligados a un horario? de que vas? Los numerarios tenemos el horariod ecualquier persona normal: el del trabajo, la familia y las obligaciones de tó quisqui

Anónimo dijo...

Tampoco pueden alojar a nadie en sus casas. A mi me pasó. Fui a examinarme a Madrid y un numerario con el que solia estudiar, me dijo que me buscara otro sitio, que en el centro del opus yo no podía dormir. ¿?

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Enrique Muñiz dijo...

He borrado algunos comentarios. Paso de dar explicaciones. Lo siento sobre todo por Errequerre.

El anónimo de las 15,32 parte de una premisa que no es cierta del todo: yo no quiero "dar a conocer el opus dei desde dentro", sólo escribo a diario en este blog para contar cosas de mi vida, que tiene lugar dentro del Opus Dei porque soy del Opus Dei. Es decir, no respondo de lo que todos hacen ni de lo que todos pueden o no pueden hacer, sino de lo que yo hago.

Sí que puedo tomar una copa con una chica, como puede hacerlo un señor casado con una chica que no sea su esposa; pero como tengo el propósito de dedicar mi vida a buscar la santidad y hacer apostolado sin casarme (algo que hacen muchos más casándose) no me dedico a ligar.
Por otra parte, tampoco tomo muchas copas, me gustan más las pipas.

Hablo una vez al día desde hace 175 días. El anónimo de las 17,35 que se lo curre y que lea lo que cuento y reconstruya mi horario. Y menos exigencias.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Andrés Devesa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Andrés Devesa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

La verdad yo tampoco alojo a nadie en mi casa, no le veo nada de raro. Es más, lo raro es meter en casa a un amiguete. Entre otras cosas porque no me parece lo mejor que mis amigos puedan andar por ahí mientras mi mujer se pasea en bragas por su casa, que es la mía. Afortunadamente, si se diera el caso, entiendo que mi mujer se cortaría un poco pero aun así. Claro que esto no pasará en casa de Enrique pero quien tienen una mujer en bragas, yo qué sé, tiene el cuarto hecho una mierda, o lleva sin fregar tres semanas.

Anónimo dijo...

Bernie, no diría que por tu boca ha hablado el Espíritu Santo por el ejemplo soez que has puesto, aunque es sumamanete gracioso y muy gráfico. Estoy totalmente de acuerdo contigo.
No conozco mucho del Opus Dei, he vivido largos años en un país nórdico donde la religión católica era minoritaria, pero parece haber gente a la que lo que haces le molesta. pasa porque no coincide con tu opinión. Es el fundamentalismo malo. A mi el blog me ha parecido fantástico y hasta has despertado mi interés por el Opus Dei, que me ha parecido una cosa buena de la Iglesia Católica.
Bueno, el caso es que pasaba por aquí, te seguiré de cerca. Mucho ánimo y un saludo.